Las personas que
pertenecemos a RAMA y que pasamos un martes de la segunda semana de Enero de
1974 una de las experiencias más fabulosas en el medio de las relaciones
interplanetarias, dedicamos este pequeño informe a nuestros hermanos del Mundo.
Este informe contiene parte de nuestras experiencias a lo largo de ocho meses
de incesante labor coordinada por los Hermanos Mayores, así se autodenominaba
la gente de otro mundo que se contactó con nosotros y que se encargó de
prepararnos e instruirnos en las leyes elementales del cosmos.
La misión de estos
seres del espacio es de ayudarnos a evolucionar, ya que toda persona en estado
de superación necesita ayudar, le nace entregarse a los demás; cuando se ha
escogido la elevación espiritual, es el trabajo que uno
mismo se impone, servir a los que lo necesitan. En el caso interplanetario, nosotros, al igual que otros muchos planetas, requerimos un jalón para evolucionar.
Y según se nos ha
hecho conocer, la ayuda y el consejo exterior se han manifestado a lo largo de
toda la historia de la
Tierra. Hurgando en el tiempo, encontramos en las raíces de
todas las civilizaciones la presencia de estos dioses o ángeles que plantaron
las bases culturales, coordinando hasta un tiempo determinado, el
desenvolvimiento práctico que luego quedaba a cargo de los terrestres con
directivas enseñadas. Llegado el tiempo, se marchaban y su presencia rodeada de
leyenda quedaba envuelta en las penumbras del tiempo.
Pero empecemos por
conocer cual es la forma de contactar con ellos. Los requerimientos son bien
explícitos: ser una persona abierta; pero dirán ¿Qué es ser abierto? Ser una
persona abierta significa liberarse de barreras mentales, poder dominarse y
controlar los problemas que siempre tenemos, serenando así nuestro cerebro y
convirtiéndolo en una antena pronta a recibir vibraciones mentales que vienen
del espacio exterior.
El dejar la mente en
blanco es abrir el canal que todos tenemos, y prepararnos a recibir determinada
frecuencia externa, que son las ondas telepáticas de los Guías. La meditación
permite abrirse y facilitar la captación de conceptos transmitidos por
telepatía.
Meditación es mantener
ininterrumpidamente la concentración sobre un objeto. Esto puede igualmente
realizarse sobre algo externo o interno. Puedo por un momento con una sola
rápida mirada, fijar mi atención sobre un objeto visible, o mantener sobre él
la atención hasta que revele lo que sería difícil percibir con una simple
ojeada. Lo primero es el enfoque de la conciencia sobre el objeto; lo otro, el
sostenimiento firme y persistente del blanco rayo de luz sobre él, hasta
descubrir el secreto de sus pormenores.
Lo mismo ocurre
respecto a las cosas internas; se puede, concentrar la mirada interna en cosas
espirituales, o bien mantener fijamente la conciencia de ellas, hasta que surge
lentamente a la luz lo que yacía oscuro, y así revele su interno misterio. Pero
esta posibilidad mora en el hombre espiritual, después que las abstenciones y
las reglas han sido observadas. Hasta entonces, las tumultuosas oleadas de
pensamientos hacen imposible la concentración. Las preocupaciones por este
mundo y sus problemas ahogan la palabra del mensaje espiritual.
La concentración es el
paso indispensable de todo conocimiento y aplicada a lo espiritual, es el
primer paso hacia el conocimiento del espíritu.
Para el desarrollo del
contacto, entre las abstenciones que los Guías recomiendan, están los de dejar
de fumar y beber.El contacto telepático se sucede cuando el comunicante o antena que somos nosotros, se ha controlado y se encuentra abierto mentalmente a percibir los conceptos captados del mensaje telepático transmitido por el comunicador o Guía. Debemos quitarnos de la idea que los que reciben comunicación son “elegidos”; nada de esto, ya que todos podemos ser receptores si nos esforzamos un poco; claro que los Guías conocen a la gente, a aquellos que si, desean cambiar. ¿Pero todos deben tener o buscar comunicación?, el que sienta que debe buscarla que lo haga, pero podemos aprovechar de otro que si la tenga y preguntar. Habrá muchos que no lo consigan esto será una gran prueba para su vanidad; se espera de esa persona, que tome una actitud consciente, y vea que aún no llegó el tiempo que la reciba... (continua)
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